Del Museo a la Escuela (de la contemplación a la acción): apuntes para una sesión invisible
We might be living within a work of art that we ourselves have helped to create through a million, a billion, a trillion acts of creation, viewing, and reading.
Jeffrey J. Kripal, Artists of the Impossible: The Altered States and Painted Visions of José Luis Vargas
Tallado por el lado inverso, un espejo deja de ser espejo y se convierte en cristal. Y los espejos son para ver de este lado y los cristales son para ver lo que hay del otro lado. Los espejos son para tallarlos. Los cristales son para romperlos... y cruzar al otro lado...
Subcomandante Insurgente Marcos, La historia de los espejos
Durante un recorrido guiado de la exhibición individual Fenómeno de José Luis Vargas en el Museo de Arte y Diseño de Miramar MADMI, tuve la oportunidad de conocer personalmente a este artista de culto al menos para mi generación. Luego de varias sesiones de conversación, conociendo más a fondo lo que más allá de su transdisciplinaria práctica artística llamo su programa, orgánicamente extiendo la invitación a acompañar curatorialmente su proyecto más reciente, El Colegio Invisible en la antigua Capilla La Milagrosa de Río Piedras. La confianza y generosidad de José Luis han sido clave para adelantar una agenda donde la filosofía y el arte, lo sobrenatural y el compromiso social aterricen en materia este magno proyecto. En iniciativas previas del artista, las dimensiones y ambición de su propuesta y programa adquieren escalas institucionales como en el caso del Museo de Historia Sobrenatural donde aparecen elementos de ciencia ficción, del folklore sobrenatural, elementos autobiográficos y culturales del imaginario colectivo puertorriqueño. Como detonantes o catalizadores que abran nuevos diálogos, la biblioteca, obra y visión del artista proponen nuevas formas colectivas de entender el rol del museo y la escuela, del arte y la pedagogía. En un movimiento que pasa de la contemplación a la acción, del Museo a la Escuela, el artista retoma temas y elementos que una instancia museológica implicaban un estatus aurático y de contemplación, y esta vez los emplea como recursos didácticos para generar comunidad.
El Colegio Invisible (cuatro elementos)
El Colegio Invisible es un proyecto donde se habilita la antigua capilla La Milagrosa a ser un espacio de reflexión que gira entorno a la biblioteca personal del artista. El Colegio consta de cuatro elementos centrales: la biblioteca invisible, la exhibición mutante, las sesiones invisibles y el cierre como apertura.
1. La biblioteca invisible:
Durante los meses de mayo y junio la biblioteca de José Luis se pone a disposición de grupos cerrados para consulta y referencia de los temas que han ido nutriendo intelectual, filosófica y espiritualmente al artista y su programa. Según los ejes temáticos de la biblioteca se organizan una serie de charlas y visitas guiadas generando un ambiente de lectura, diálogo y reflexión. Una selección de esta biblioteca se presenta en el entrepiso o mezzanine del coro de la antigua Capilla la Milagrosa: la cabeza o cerebro de la muestra como la denomina Vargas. La biblioteca se divide en secciones temáticas que van de la filosofía y estética al misticismo y lo sobrenatural, de la novela gráfica a la monografía de artista. Más puntualmente la biblioteca sondea temas como el vodú haitiano y la doctrina espiritista, la obra de artistas como Hilma AF Klint y Jasper Johns, o la poesía y ensayística de autores como Octavio Paz o Jeffrey J. Kripal.
2. La exhibición mutante (y magnética):
El segundo elemento lo compone un modelo de exhibición mutante que irá cambiando de forma a través del tiempo. En una muestra mutante el espacio de exhibición opera como un campo de ensayo periódico –la muestra como medio y no como fin en sí misma. Quien tenga la experiencia de habitarla entenderá que se trata de una exhibición que por varios motivos llamaría magnética. A diferencia de una exposición narrativa, por ejemplo, los flujos físicos e inmateriales que habitan esta muestra operan como zonas de intensidad o polos cambiantes, afectándose tanto entre sí como a quien los experimenta. En La Milagrosa las obras no se comportan de manera geométrica o lineal, sino que operan desde una lógica ondulante y vibratoria –como campos magnéticos.
La muestra, más introspectiva que retrospectiva, parte del reciente survey de la obra de José Luis en el Museo de Arte y Diseño de Miramar MADMI con impecable curaduría de Marilú Purcell Villafañe. Abarcando obra de los últimos 30 años, nuestra exhibición funge más como un archivo o fichero pictórico –un inventario abierto y cambiante de su producción artística. Más de cuarenta obras de monumental formato nunca antes presentadas en un mismo espacio irán desplegándose a través del piso y paredes de la nave principal de la Antigua Capilla. La muestra puede ser experimentada en detalle desde el primer nivel de La Milagrosa o de forma panorámica (como un tablero visto desde arriba) aprovechando la perspectiva aérea que nos concede el entrepiso del coro en un segundo nivel. Si se considera su escala y extensión, las pinturas reunidas excederían las dimensiones de La Milagrosa. La exhibición entonces no tiene un display fijo o final, sino que las pinturas irán rotando periódicamente, reconfigurando su forma y contenido según los temas abordados en el tercer y principal elemento del proyecto: las sesiones invisibles.
3. Las sesiones invisibles:
Partiendo nuevamente de los ejes temáticos de la biblioteca, convocamos a una serie de sesiones invisibles: charlas y visitas guiadas a grupos cerrados con el propósito de brindar una experiencia íntima de la muestra. A estos recorridos intencionados para cada grupo de invitados les sigue una charla o discusión sobre el tema que los congregue, sea arte, literatura, filosofía, ciencia o misticismo. Convocando una comunidad por venir, El Colegio Invisible desborda los limites espaciotemporales de una exhibición tradicional. Se trata de un proyecto integral que basa su estructura horizontal y dispersa en las comunidades epistémicas y colegios invisibles de la ilustración. El Colegio evoca formas de asociación que tejan redes de investigadores y educadores formando cooperativas de conocimiento sin autoridad centralizada ni currículo establecido.
4. El cierre como apertura
Como evento de cierre se presentan proyecciones de dos video-performances: El Retorno de Albizu, y una Segunda Sesión Espiritista. En ambos videos tanto José Luis como su alter ego El Santo y sus colaboradores Ariel Annex Labatut, Jose Luis Baerga y David Rodríguez Labatut, convocan seres que emergen de la memoria histórica y afectiva en sendas séances espiritistas. Como volviendo al principio o empezando por el final, el fin de las sesiones invisibles y el cierre de la exhibición implican a la vez su apertura al público general. Como exhibición de arte, la muestra sólo abre al publico durante dos fines de semana consecutivos. Al hacerse visible brevemente para incidir en la realidad extra-artística, este cierre como apertura indica el crossover del Colegio Invisible. Atravesando el espejo enfocado en el presente individual, esta comunidad que viene no sólo idea y visualiza futuros posibles (en plural), sino que empieza a habitarlos.
Guillermo Rodríguez